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La innovación y el desarrollo tecnológico

como instrumentos para la revolución en la alimentación y la agricultura


El pasado miércoles 19 de abril de 2017, en el Auditorio Preston, edificio central del Grupo Banco Mundial se llevó a cabo el Foro Revolución Alimentaria, evento en el cual el Banco Mundial recibió a empresarios y líderes jóvenes que están cambiando la manera en que se producen y consumen los alimentos con el objetivo de alimentar a toda la población del planeta y crear las oportunidades del futuro.


Kristalina Georgieva, directora general del Banco Mundial, instó al público presente a iniciar una revolución para eliminar “el problema del mundo más fácil de solucionar”: el hambre y la inseguridad alimentaria (evento completo disponible en: http://envivo.bancomundial.org/revolucion-en-la-alimentacion-y-la-agricultura).


A continuación, una breve reseña con base en el foro.

En la actualidad, la agricultura genera alta presión sobre los recursos naturales, pero especialmente sobre el recurso hídrico al consumir el 70% del agua disponible, por lo cual tenemos que enfrentar el reto dramático del cambio climático mediante prácticas que nos lleven a cultivar de manera más inteligente buscando contribuir a la seguridad alimentaria de la población.

¿Cómo hacer entonces para traer innovaciones que impulsen a nuestra agricultura ser más resiliente en cuanto al clima, la presión sobre los recursos naturales y los mercados de modo que nos permita cultivar los productos adecuados en nutrientes y en valor? Entre las diversas respuestas a esta pregunta se debe incluir que la agricultura debe ser más atractiva para los jóvenes, empoderando a las mujeres en los sectores rurales de modo que se alivie la presión sobre los mercados laborales rurales.


Para lograrlo se requiere transformar la agricultura y la vida de las personas con un enfoque de género en el cual todos y cada uno de los integrantes de la familia campesina puedan absorber la tecnología, mantenerla y hacer que la hagan parte de su vida diaria, generando una revolución en la alimentación y en la agricultura colombiana mediante prácticas que permitan intensificar la producción agrícola sostenible, agregar valor social a los productos y minimizar el impacto ambiental con una prospectiva de largo plazo.

Debemos entonces desempeñar un papel fundamental incorporando resiliencia al sector rural para reducir riesgos inherentes a la actividad productiva, con modelos agroempresariales desarrollados para pequeños productores con base en la articulación de tecnología y sustentabilidad, apuntando a cultivos de alto valor que redunden en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros campesinos.



Autor:

Daniel Esteban Briceño Salinas

Ingeniero Agrícola Universidad Nacional

Coordinador de Gestión Empresarial CEPAGRO S.A.S.



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